HAWÁI Y MUMBAI NO SON LO MISMO NI PARECIDO

Hawái debe ser sin duda un lugar paradisíaco. No he estado, pero basta escuchar las canciones de Israel Kamakawiwo para imaginar que debe ser lo más parecido al cielo en la tierra. Sin embargo, Bombay, localmente Mumbai, es uno de lugares más masificados del mundo, con unas tasas de delincuencia de las que asustan.

Pienso en eso mientras friego los platos, influenciado por la música que me llega por el patio de luces desde la ventana del piso de al lado. Se me resbala un plato enjabonado y cae al fregadero, no se rompe, pero me da el impulso necesario para ir a quejarme a la vecina, de buen rollo, eso sí, que hay confianza.

Llamo al timbre, sale en bata, pero no entreabierta. No es esa clase de historia.

- Esa música...

- Ah, disculpa, la bajo ahora mismo

- No, no es eso, está bien de volumen... es que es Mecano, joder.

- ¿Y qué?

- Que Hawái y Bombay no son dos paraísos. Hawái sí, pero Bombay no; es un lugar masificado al que nadie en su sano juicio iría de vacaciones. Y antes han rimado Nueva York con jamón de York.

- No es tan fácil rimar York.

- Sí, si lo rimas con York.

- Eran los ochenta, valía todo. No son las mejores letras del mundo, pero son divertidas. Tenía nostalgia.

- Nadie se cuela en una fiesta en la que no sirven bebidas alcóholicas, solo cocacola para todos y algo de comer. Por el amor de Dios, ¿tienes nostalgia ochentera? Pon algo de los Smiths o The Cure. Muestra algún respeto a la música, Dolores.

- Está bien, Sergio, la cambio. Pero porque nos ayudaste a subir el sofá. De todos modos no voy a poner ni a los Smiths ni a los Cure, me gustan pero no es el momento.

- ¿Y que vas a poner?

- Pronto lo escucharás.

Me vuelvo a mi piso. Acabo de fregar los platos, ya solo cuatro vasos. Se me resbala uno. No voy a volver a protestar, me convertiría en un pesado, y cada uno tiene sus gustos, y la vecina está de buen ver y me cae bien, aunque su marido no tanto. Y es que aunque ahora no sea Hawái, tampoco me parece tan guay.